jueves, 26 de julio de 2012

La falta de criterios contra el dopaje

Con el inicio de los Juegos Olímpicos, o por lo menos con la llegada de los atletas a la Villa, comenzaron los controles anti dopaje y con ello las sorpresas, no en forma de positivos, sino de anécdotas "curiosas" para todos los que no son ciclistas.
Un ejemplo es el de los basquetbolístas Emanuel Ginobili y Luis Scola, que narraron a través de las redes sociales como fueron despertados a las 7 de la mañana por oficiales de la AMA para hacerles el control de rigor. La novedad, tomada con risas por los jugadores, muestra a las claras la diferencia entre el mundo del ciclismo y el resto de los deportes.
Eso que con tanta pompa contaron los argentinos, es la rutina de un profesional de la bicicleta durante todo el año, a cualquier hora y en cualquier lugar a punto tal que deben informar todos los días donde van a estar, por si deciden someterlos al control sorpresa, en el marco del sistema ADAMS.
Es muy fácil caerle a quiénes luego dan positivo, pero el ciclismo es por lejos el deporte más limpio, si se tiene en cuenta la cantidad de controles realizados en contraste con los que luego son cazados.
La diferencia es abismal e injusta, y hasta sorprende que atletas como el tenista Rafael Nadal se quejen de la frecuencia de los tests o de los horarios, cuando a Kevin Van Impe, por ejemplo, fueron a buscarlo al funeral de su hijo o a Oscar Pereiro mientras estaba de festejo en un bar.
Las "graciosas" anécdotas de los NBA, marcan también lo poco controladas que están las demás disciplinas, y sobre todo...lo legalizadas que están determinadas sustancias, a diferencia del ciclismo donde todo es dopante.
Sería bueno unificar y modificar criterios para mejorar la salud de los atletas, para cuidarlos, como hacen en la liga de basquet de Estados Unidos, una de las más exigentes del planeta, donde durante 5 meses juegan noche por medio y viajan miles de kilómetros de ciudad en ciudad.
Pero al mismo tiempo todo esto deja a la vista las diferencias entre las distintas federaciones y torna injustos los controles para los ciclistas, que no se divierten ni publican con alegría en las redes que los visitaron para sacarles sangre.
Que se controle a todos por igual, siempre, para que atrocidades como lo del belga que lloraba a su niño no se repitan, o para que la sorna de los jugadores de basquet, quiénes una vez en su vida madrugaron para hacer el test, no suene a cargada para los profesionales del deporte pedal.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por abordar este tema. En mi opinión la lucha contra el dopaje en el ciclismo debe ser más de puertas para afuera, buscando que se equiparen las medidas con otros deportes que de puertas para adentro, que lo único que consigue es dañarse a sí mismo. Dejo otro dato que me parece revelador. En la liga española de futbol, cada jornada sólo pasan control antidoping 4 jugadores, siempre de un mismo partido, 2 por equipo(de 280 que participan en total). Estos controles son sólo de orina (incapaces de detectar las formas más avanzadas de doping). Pero es que además los partidos a controlar se sortean a principio de temporada, permaneciendo "en teoría" en secreto (parece un poco complicado q sea así en el corrupto mundo del futbol...). Con estos métodos, existen unas altas probabilidades de que un jugador medio (que no participa en otras competiciones) no pase un control en su vida. Casi igual que en el ciclismo ¿no?

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