viernes, 26 de octubre de 2012

Las incongruencias de la UCI

La UCI decidió hoy que el Tour de Francia no tendrá ganador los años en que se impuso Lance Armstrong, tal como lo solicitó su director, Christian Prudhomme, aduciendo que esa etapa está bajo "una nube de sospechas que inunda ese período oscuro"
Pat McQuaid 
Lo que llama la atención con respecto a la entidad madre del ciclismo es la poca concordancia a lo largo de los años en sus decisiones en lo que a dopaje refiere.
Por ejemplo, le otorgó el Tour al segundo en 2006, tan sólo un año después del "período oscuro", cuando Floyd Landis ganó con trampa, por lo que el maillot jaune recaló en las espaldas de Oscar Pereiro, quién nunca dio positivo y bien lo ganó sobre el asfalto, pero utilizando los mismos criterios que con el texano, distinta sería esa historia.
Otro sin razón es el triunfo de 1996, en el que Bjarne Rijs reconoció haberse dopado con pelos y señales. La UCI no se lo quitó ya que el danés se amparó en el período de prescripción (que también protegía los primeros Tours de Armstrong por cierto). Además el organismo que encabeza McQuaid no inició ningún tipo de investigación retroactiva a ese año, ni a ese equipo ni a ese Tour.Tampoco la federación danesa ni los impolutos franceses, nadie puso el grito en el cielo más allá de las primeras reacciones el día que Rijs confesó. Ahí murió el hecho. ¿Por qué estas diferencias?
Alberto Contador fue suspendido recientemente y se le quitó un Giro y un Tour entre tantos otros triunfos. El de Pinto pagó su sanción, regresó y el ciclismo todavía lo disfrutará muchos años más..pero ¿no sería justo que la UCI o quién sea, investigue si algún pecado pesa aún en el pasado del madrileño?Nada se dice sobre los triunfos previos de un corredor que tampoco dio positivo en esas competencias pero que si de sospechas se trata, se puede decir que estuvo en equipos de Saiz y Bruyneel, hoy excomulgados.
Jan Ullrich aún posee su Tour de 1997, ganado en buena ley, pero si más adelante lo pillaron entonces debieron hurgar en el pasado del Telekom, por cierto uno de los pioneros en esto del dopaje organizado, puesto que ninguna otra escuadra tuvo tantas confesiones posteriores (Zabel, Rijs, etc).
Durante la década de 1980 murieron muchos corredores por sus excesos con la EPO, y los años siguientes, con algunos rozando el 60% de hematocrito ¿hemos de creer que los ganadores estuvieron limpios?.
En décadas pasadas se abusó de las anfetaminas, incluso el inglés Tom Simpson dejó sus huesos sobre el Mont Ventoux en 1967 debido a ello, ¿irá alguna federación por Merckx y demás glorias de la época el día de mañana?. No, porque no fue pescado en ningún test, a pesar que se sabe de las prácticas de ese momento.
Lo mismo tendría que aplicarse al lapso en cuestión por estos días, donde muchos cayeron en los controles y muchos otros no...por lo que de mantenerse los mismos criterios históricos, hoy nadie tendría que estar bajo la lupa.
Estas son sólo algunas muestras, ya que uno tras otro, se sucedieron los casos de dopaje y en todos la UCI actuó de modo distinto, minando a sí misma en cada oportunidad la credibilidad que debiera tener el organismo que rige las suertes del ciclismo.
La frutilla del postre podría ser el mismo Pat McQuaid, expulsado del ciclismo cuando era corredor, por falsificar documentos para correr en Sudáfrica en pleno Apartheid, por lo que mucho deja que desear la integridad moral del Irlandés que apoyó la controvertida decisión de la USADA.

Por Pablo Martín Palermo

@pmpalermo

pmpalermo@hotmail.com

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